Filomena. Llevabas nombre de anciana y tenías un arrojo juvenil que nos ha dejado perplejos y la mirada en blanco. Has dejado paisajes que más que parecerse a lugares del planeta Tierra, se parecen mucho más a zonas de la Luna. Pasa el autobús, me voy de regreso a Bélgica, y el sol no deja de reflejarse en el manto blanco que cubre árboles, pinares, olivos, campos, tejados... Las veces que habré pasado las líneas discontinuas blancas. Y los carteles, que algunas veces señalan con sus flechas la dirección a Madrid y otras veces la dirección a Toledo. Las líneas discontinuas de la carretera como lianas donde pasar de pensamiento en pensamiento. En lo que voy a hacer cuando llegue. Y hoy no paro de mirar a los lados, a través de las ventanillas... y no paro de alucinar.
Pero esta vez es diferente. Dejo atrás un paisaje congelado, helado. Y pienso que entre ese manto blanco se esconden Filomenas, Juanas, Marías... atrapadas en sus casas. Pienso en el aislamiento, en el frío, en que se vaya la luz y te quedes alumbrado con "dos velas" (y si te acuerdas de en qué cajón las dejaste). Pienso en las mantas, en el calor humano... Pienso en los olvidad@s. En la tercera edad.
Reflexiono acerca del "foco" mal utilizado por los medios de comunicación. Una vez más. En la capacidad de "manipulación" que tienen a su alcance y la necesidad de desarrollar un espíritu crítico, tener una actitud crítica. No se equivocan los medios al hablar de la UME, pero se olvidan de operarios de diferentes ayuntamientos, de Protección Civil, de voluntarios, de vecinos, de iniciativas ciudadanas... Porque la UME ha hecho mucho, pero con la que nos cayó encima, no eran y no son suficientes.
Me quedé anodadado cuando nada más aterrizar el avión, nadie aplaudió a la piloto del avión. Sí, lees bien, mujer. Porque todos podemos tener un problemilla con eso del "techo de cristal". Y en este caso, la creencia de que el empleo de piloto de avión sólo puede ser llevado a cabo por hombres, nos hace poner un "techo de cristal" en nuestra percepción de este puesto de trabajo. Me sorprendí. Me sorprendió. También soy humano, he recibido una influencia social, una educación en la que se me ha enseñado que en la realidad existen determinadas categorías... Pero me encanta cuando la cabeza me hace: TRAS.
Pero me sorprendió el gesto. Nadie aplaudió. Llegamos con retraso también, la verdad. Pero recuerdo con nostalgia cuando años atrás se aplaudía de júbilo por haber llegado a destino sanos y salvos. Debe ser que el individualismo ha hecho mella. Que el pensar que "cobran por su trabajo" ha hecho mella. Que la idea de que "yo no recibo un aplauso por hacer mi trabajo bien" ha hecho mella. Que el concepto de "dinero" nos ha deshumanizado.
Pero Toledo estaba preciosa con la nevada que cayó encima. Me encantó. Me pareció un precioso regalo de final de viaje. Pero no se lo digas a Paulo Coelho que nos hace un libro con su explicación de que esto fue una conspiración del destino (Perdón, son prejuicios...). Pero vaya frío que hacía. Y el agua congelada en algunas zonas.
Se han batido récords. Y aunque el gobierno cambie de color, la luz sigue subiendo en plena ola de frío. Pero esos precios no se congelan. Los ojos de algunas personas cuando vean la factura sí que serán más difíciles de cerrar. De nuevo, una promesa electoral incumplida. Y luego dudarán de que haya personas que empiecen a dudar del sistema que hace funcionar la democracia. El iluso es el que no deja espacio a la duda, no cómo algunas veces llaman a iluso al que cree que existen otras formas de hacer las cosas.
Me sorprendió la poca preparación del gobierno. Segunda vez que se los pilla "desprevenidos". Segunda vez que llamaron alarmistas a los que preveían una gran borrasca. La segunda vez que sería una nevadita y se pasaría, como una gripe. Segunda vez que los políticos se quedan salvando un match ball in extremis y pierden el punto de partido, pero ellos se creeran vencedores.
Otra vez, caen por su propio peso. Como los tejados de algunas casas que no han aguantado el peso de la nieve y se iban cayendo abajo poco a poco, lentamente. Creo que va siendo hora de mostrar humildad y no salir con la prepotencia de que lo "tenemos todo bajo control". Creo que va siendo hora de decir la verdad. Y empezar a dejar claro que el estado de bienestar está muy resquebrajado y que ya no llega la manta. Ni para unas cosas ni para otras.
Pero no quiero meterme en política. Me da vidilla. Pero me parece un mundo muy injusto. Y así, poco a poco, voy de regreso a Bélgica. A hacer mi primer examen de Psicología. Y así, poco a poco, ya os iré contando más reflexiones, más artículos científicos, más historias de la literatura, más cosas... Porque todavía tengo material en el horno. Y porque me encanta escribir. Espero no olvidarme la sal en mis artículos y que haya vuelto a los supermercados. Para que no se forme hielo en el blog.
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