La palabra "suicidio" bloquea. Su fonética hace caer en silencios incómodos. Es una palabra que pesa mucho como para colgarla en el viento dentro de una conversación cotidiana. Asusta. Da miedo. Nadie quiere que se cuele en sus vidas. Pero hoy, aprovechando un grandísimo documental dirigido por Itziar Bernaola y Pablo Ferrán y emitido dentro de la programación de Documentos TV, vamos a charlar tranquilamente tú y yo sobre ella, sobre "suicidio". Para ver el documental desde la web oficial: http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-supervivientes/3615232/.
Se estima que en España se suicidan 10 personas cada día. Además, por cada una de las personas que se suicidan, hay que sumar de 6 a 7 afectados del entorno cercano (familiares, amigos...). No lo negemos, son cifras altas a las que da miedo subirse. Pero a estas cifras debemos sumar todas aquellas personas que se consideran fallecidas "en un inoportuno accidente" debido a la dificultad de mucha gente para asumir que su familiar, en realidad, se suicidó... o debido a que alguien "se tiró al río" sin dejar ninguna carta de despedida.
Un denominador común en mucho suicidios es la "desesperanza" o el estado "depresivo". Me sigue sorprendiendo el miedo que da al mundo enfrentarse a una persona en ese estado. Recuerdo aún cómo cuando decía a mi madre con 13 años: "Esta vida no tiene sentido, sería mejor estar muerto", ella me respondía: "Cállate, no digas más tonterías, anda". Depresión es una enfermedad y tiene sus síntomas. Jamás olvidaré aquella frase: "Es más fácil que te diga la gente que todo está bien y no te vuelvan a ver, a que te digan que algo esta mal y que creen que te falla esto y aquello".
Pero esa depresión que arrastra melancolía... ¿es una forma de ser, o un estado temporal? En el caso de Elena, una de las chicas participantes en el documental, fue su madre quien decidió mirar a los ojos al problema que sufría su hija, y gracias a una investigación personal sobre los diferentes trastornos de personalidad, dio en el clavo: Trastorno límite de la personalidad.
El Trastorno límite de personalidad consiste en una lucha personal con diferentes emociones que se experimentan de una manera exagerada. Un buen diagnóstico del problema permite encontrar, de una manera mucho más directa, el tratamiento para ese problema. Dicho en otras palabras, si conoces el problema, tienes la posibilidad de actuar y buscar los medios adecuados para solucionar dicho problema. En la etapa adolescente existe mucho más riesgo a sufrir cualquier tipo de trastorno mental.
En muchos casos, perdemos la noción temporal... la noción de caducidad. La vida de cualquier individuo se divide en etapas. Todas empiezan y acaban. Tú pones el principio para finalizar una. En el caso de Elena, gracias al descubrimiento de su particular problema, pudo conocerse a sí misma y de esta manera actuar para tener una vida más saludable. Sólo se trata de aprender a conocernos... de saber las carencias que tenemos.
El problema al que nos enfrentamos es la cultura de no ser sinceros ni con nosotros mismos ni con los de fuera. La persona perfecta, no le he conocido todavía, pero todos ahí fuera actúan como si lo fueran. Cuando regresé a otra crisis durante este verano, de nuevo, mucha gente no salían de un vocabulario donde reinaba: loco, chiflado, se te va la pinza... o directamente, gente que no decía nada. Cuando no sabes lo que te pasa, no quieres joder la vida de los demás, sin más... simplemente reaccionas con desmedida porque tus sentimientos, todo lo que pasa por dentro, también es desmedido. No ayuda para nada que te juzguen como loco, si no que te expliquen el por qué te ven desde fuera como un loco. Ahora ya he diagnosticado mis problemas, y he encontrado soluciones para ellos.
Nadie disfruta del dolor ajeno, de hacer daño en las relaciones más próximas... Estuve mal, pasé por ese problema de generar caos en mis diferentes relaciones, abandoné todas las relaciones, y en la calma, encontré ese hilillo de luz al que caminar para volver a ver la luz del sol. Reconozco que hice daño porque estaba herido, no con la conciencia y el deseo de hacer daño.
Otra gran cuestión en este tema es la de pedir ayuda. Hay gente que puede gritar ayuda, a mi me cuesta. Soy frío, y nadie me enseñó a mostrar mis sentimientos. Cuando me miré al espejo este verano y vi la persona que no quería ser, decidí ponerme las pilas. Aunque escribí a dos psicólogos, de los que a día de hoy no he obtenido respuesta, decidí comenzar a "formarme".
En mi caso, fue muy gracioso. En la estantería descubrí un libro de meditación que compró mi padre. En él se hablaba de frenar los pensamientos negativos, y se ponía como ejemplo proyectarte un color en tu mente y establecer un diálogo contigo mismo para replantear ese pensamiento negativo. Para mi, fue mi primera medicina, mi primera pastilla cada 15 minutos. Y todavía la tomo. Me paro en seco, me miro en el espejo, me cabreo conmigo mismo, dialogo con mi cabeza... pero también me motivo a mi mismo cuando me enfrento a un nuevo reto, soy mi primer coach.
Curiosamente, en el documental se señala la importancia de procurar en la infancia que el niñ@ cree unos vínculos afectivos fuertes y tenga seguridad en sí mismo. Mi caso se asemeja al de Mary, otra mujer participante en el documental, y de mi infancia guardo muchos recuerdos de días jugando a juegos de mesa sólo, chutando al balón contra un muro, yendo a correr a la senda del río, o pasando horas delante del ordenador... Mis padres y mis hermanos son bastante más mayores que yo, y esa diferencia de edad, marca muchas diferencias. Aunque, como Mary, siempre tuve también un sentimiento de no ser de este planeta, de ser diferente.
En magisterio pude aprender la importancia de la infancia. Esa etapa será la base del pilar de la vida de diferentes personas. Debemos hacerlo bien. Pero si esto no sucedió, tampoco tendremos que mirar atrás para reprochar... Tendremos que buscar los remedios para poder seguir desarrollándonos con total normalidad e igualdad de oportunidades que una persona "sana".
En el documental también queda claro que... nadie se lo espera. Antonio se fue de la noche a la mañana. Un hombre con gran dificultad a la hora de expresar sus sentimientos y sus preocupaciones... nadie pensó que ocurriría esa tragedia. La comunicación puede salvar vidas. Curiosamente, hay mucha gente en situación de "no hablar mucho". Sí, mucha gente ahí fuera encuentran las palabras adecuadas, pero para otros, el pensamiento es un idioma de signos sin sentido de difícil traducción en cualquier lenguaje.
Por último, quería dejar claro que no pedimos más dinero para tener una mejor sección de Salud Mental, sólo pedimos que se deje de estigmatizar... que no todos somos iguales... y que para poder disfrutar de una vida completa en igualdad de posibilidades, algunos necesitamos una ayuda en nuestra mente, otros necesitan una ayuda física... Pero está claro que todo el mundo merece el mismo acceso a la vida. Que se facilite el acceso... eso es todo.
Como cierre de esta entrada, quiero dejar claro que la última foto, se trata de mi foto de perfil de Facebook en el día 29 de febrero de 2016. Allí eran todos los días pensamientos suicidas... a diario. La vida puede cambiar si no dejamos espacio a la "magia negra" a través del conocimiento, de la comunicación, del respeto. Espero que os surjan interrogantes y que vayáis aún más lejos que este pequeño texto a vuela pluma.
Comentarios
Publicar un comentario