Me acabo de ver la película de Cold War, de Pawel Pawlikowski. Una película sensacional y que ya ví en el cine hace un par de años o tres. Como esos "buenos libros" o "buenas películas", siempre termino redescubriendo otros aspectos en los que no me había fijado de primeras. Si no has visto esta película todavía, espero que este artículo te anime a verla y disfrutarla.
La película se ambienta en esa etapa de la historia de la "Guerra Fría". El estilo en que se ha grabado esta película, en blanco y negro, nos acerca mucho más al tiempo en que está ambientada la película. Que curioso es que este cambio de color en la película nos permita tomar distancia de nuestra etapa actual. También me hace reflexionar sobre la fuerza que tienen nuestros conceptos anclados en nuestra mente y nuestras asociaciones. Al asociar que el cine en blanco y negro es un cine antiguo, automáticamente asume mi mente que estoy viendo una película antigua. Es fascinante lo que puede llegar a hacer nuestra mente.
En la búsqueda de las mejores voces y bailarines para formar un grupo de élite de coros y danzas tradicionales (este grupo debía servir como carta de presentación de Polonia y del régimen comunista), Wiktor se topa con la voz de la joven Zula. A pesar de "ocultar" algunos detalles y con una gran personalidad ante el jurado, Zula consigue ser seleccionada para representar a Polonia a través de su folklore.
Uno de los rasgos que más me impacta de la película es el "adueñamiento" del folklore tradicional producido por el gobierno comunista. Tras una actuación con mucho éxito del nuevo grupo de canto y danza, con canciones populares basadas en el dolor, el amor y otros temas populares, el gobierno ofrece más medios y más dinero para esta agrupación. Pero a cambio deberán crear nuevas canciones que ensalcen a las reformas políticas, a los líderes políticos como Stalin...
Es muy revelador este proceso. Me parece un fiel reflejo de lo que sucede en la realidad. De ahí que muchas veces trate de plantearme algunas cuestiones como hasta qué punto me pueden estar "manipulando" con la utilización de determinados argumentos o elementos emocionales. Este proceso me recuerda a las historias que he escuchado alguna vez que cuentan que cuando falleció el Cid campeador, al ser tan temido, todavía se ponía una especie de muñeco encima de algún caballo con las mismas vestimentas del Cid para dar la sensación de que el Cid competía en esa batalla. El ser humano es un experto en utilizar su ingenio para crear auténticos "caballos de Troya". Estas técnicas todavía siguen siendo muy utilizadas en ámbitos como el humor...
En un determinado momento, la agrupación recibe la oportunidad de dar un concierto en Berlín. La oportunidad perfecta para Wiktor para escapar de la miseria. Trata de convencer a Zula, pero al final será sólo Wiktor quien se atreva a salir al exilio, abandonando la RDA (parte comunista de Berlin). Siempre me ha sorprendido mucho esta parte de la historia y cómo una ciudad pudo ser dividida en dos.
Las inseguridades de Zula, la incertidumbre de quién sería y en quién se transformaría en ese otro "mundo" hacen que Zula desista de su plan para intentar marcharse con Wiktor. Esta película es un goce para todos los sentidos, incluso para la música. Se suceden el jazz, el rock & roll clásico...
Una de las etapas de reencuentro tendrá lugar en la ciudad de París, una ciudad muy moderna y repleta de artistas. Me encanta la representación de los dos artistas en el exilio en esta película. Vivir en el extranjero erosiona la personalidad. Y en esta película queda muy bien reflejado. Cuando Zula regresa con Wiktor en París, Wiktor ha cambiado mucho su forma de ser y se ha adaptado a las nuevas formas de hacerse un hueco dentro de los círculos artísticos en París.
Wiktor llega a "conseguir" que Zula pierda su identidad cantando en un disco versiones de sus canciones polacas populares en francés y traducidas por la poeta amante de Wiktor. Las vidas pueden tomar formas muy extrañas en el exilio o en el extranjero. Me encanta esta parte porque es un reflejo de lo que yo siento en ocasiones cuando traduzco alguno de mis poemas del español al holandés. Además, al necesitar ayuda en la tradución, termino sin saber a quién pertenece realmente la esencia de ese nuevo producto traducido. Es tremenda la escena en la que la poeta habla de que en su texto aparece una metáfora y Zula se pregunta que qué es una metáfora y para qué necesita una metáfora en el texto de esa canción.
Me encanta la defensa por la esencia de su música que hace Zula, porque al fin y al cabo su música es su identidad. Cuando reproducen su nuevo vinilo en una habitación repleta de artistas, Zula está muy entristecida. Está triste por la pérdida de su esencia. Y es que en el exilio se echa mucho de menos cuando hay muy pocas cosas de más. La vida en el extranjero tiene su cara B aunque muchas veces no nos tomemos el tiempo para ver esa parte oculta. Aunque muchas personas suban a sus redes sociales únicamente esos buenos momentos.
En esta película se refleja muy bien la presencia física pero la ausencia espiritual de los dos protagonistas en el exilio. Al final, Zula se marcha de buenas a primeras a Polonia de regreso. Wiktor regresará, pero será pillado por haber abandonado su país hace tiempo.
Wiktor termina en prisión, pero para Zula es su único amor verdadero y terminará haciéndolo todo para sacarle de la prisión. Eso sí, pidiendo años más tarde a Wiktor que la saque de la vida en que se ha metido para poder permitirse el sacarlo de prisión.
Una película preciosa con una historia y unos puntos muy interesantes que invitan a la reflexión. Y al regreso. Hola de nuevo.
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