Hola, hola ¿Cómo estás? Ha pasado mucho tiempo desde que escribí por última vez en este blog. Pero reconozco que este blog me ha dado algunas alegrías. De hecho, hubo una etapa de mi vida en la que escribir en el blog era algo que me recargaba las pilas y me daba energía. Me encanta escribir y reflexionar, y el blog era una buena excusa para mí para poner ese motor en marcha. ¿Por qué no ponerse a escribir tranquilamente de vez en cuando y sin pretensiones?
Esta vez vengo tras leerme el libro de Jesús Torbado, "En el día de hoy". Por cierto, premio Planeta en el año 1976 y en la portada aparece que el autor ganó: "4.000.000 de pesetas"
¿Cómo encontré este libro? Estábamos paseando mi novia y yo por la maravillosa ciudad de Toledo. En la zona de la catedral pasamos por un sitio en el que actué en algunas ocasiones en alguna sesión de micro abierto que se organizaba allí. El sitio es la libro taberna El Internacional. Es uno de los lugares más bohemios de Toledo que acoge conciertos, sesiones de poesía... y en el que también puedes comprar libros de segunda mano. Además, en este maravilloso lugar se organizan y se llevan a cabo diferentes proyectos de índole social.
Ese día había justo un chico vendiendo libros de segunda mano. En cuanto ví el título y la portada con la bandera de la república pintada en una esquina, le pregunté sobre de qué iba ese libro. "... Es una novela escrita como si la República hubiese ganado la Guerra Civil". Me pareció un libro muy curioso, y a pesar de que se ha quedado en la estantería cogiendo polvo durante bastante tiempo... al final decidí leerlo.
Tardé en conectar con la manera de escribir del autor. Aunque quizás también sea debido a que la novela tiene sus años (es del 76) y a que el autor a lo mejor encontrase dificultades a la hora de expresar ciertos temas y ciertos argumentos. Pero al final me enganché... (Perseverancia y no tirar la toalla - o el libro - demasiado pronto). La ambientación sí que me gustó mucho desde el principio: Un Madrid destruido y en ruinas, un país que tenía que ser reconstruído a la carrera...
Una curiosidad que me gustó mucho de este libro es que uno de los personajes principales es nada más y nada menos que Hemingway. Por cierto, habla un español perfecto el jodío en la novela, no se le nota el acentillo... Me gusta mucho cómo está trabajado el personaje de "Franco" derrotado, o cómo aparece "Hitler" retratado en esta novela. Esta novela deja detalles que sin lugar a duda merecen la pena.
Me encanta el ejercicio que te obliga a hacer la novela de imaginarte ese mundo descrito en el libro. Es algo que me gusta mucho y es un ejercicio muy bonito. La mayoría de novelas históricas te "obligan" a poner tu foco de concentración en otro mundo completamente distinto al que nos rodea. Este ejercicio me ayuda a mí personalmente a centrarme más en la novela y a no dar vueltas a qué me voy a hacer de cena luego, por ejemplo. Ese momento me permite centrarme en mí y dar al botón de pausa a lo largo de mi rutina diaria.
Este libro quizás no pase a la historia... pero la historia que se relata en el libro sí que puede ser un punto de inflexión en tu manera de ver la Guerra Civil.
Para mí, una de las reflexiones más bonitas que me deja este libro es que si pudiésemos volver a preguntar a los muertos durante el conflicto que dieron su vida por defender las ideas de uno de los bandos, creo que nos dirían algo así como: "Disfruta de tu vida y no la regales para que otro viva mejor. Tu vida es demasiado bonita y significa mucho para las personas realmente cercanas a ti como para perderla luchando por un canto de sirena". Una de las ideas centrales en el libro es que en realidad no hubo vencedores, si no vencidos. Bueno, vencedores sí, los que ocuparon cargos en un gobierno con muchas sillas vacías tras el conflicto o los líderes derrotados que aún soñaban con una segunda oportunidad.
"...Los que mandan no quieren que les quiten el mando y los que no mandan quieren mandar. Así que todos nos empujan a matarnos a los que no entendemos la fiesta... Ellos nunca pierden, no, señor. Pagamos nosotros los cascos rotos sin haber ido a la fuente".
Sólo hay derrotados tras una guerra. Se pierde mucho más de lo que se gana. Hasta el vencedor pierde mucho en el camino de imponerse al resto. Una de las ideas que se entrelee en este libro es la idea de que en realidad todos están arrepentidos. Y yo personalmente también creo que si preguntásemos a una persona que falleció dando su vida por defender uno de los ideales de cualquiera de los bandos, también estaría francamente arrepentida de haber dejado a su familia, a sus amig@s... Pero, por desgracia, la muerte no tiene retorno y nunca sabremos ni conoceremos lo que sintieron ni lo que pensaron mientras agonizaban en medio de un campo de batalla.
En el libro aparece descrito cómo se organiza un atentado contra una ministra. Es otro de los puntos en los que se ve la "ingenuidad" de la persona que va a dar su vida en la cárcel por ayudar a la defensa de unas ideas.
"... Vienen y te dicen: "Oye, tú, mata a ése, que es malo." "Pero oiga, si es vecino mío, si no me ha hecho nada." "Que es malo, que te lo digo yo." Y te convencen y vas tú y lo matas. ¿Y sabe usted lo que pasa?... Pues que el otro, como es el que manda, va y dice: "Mira, como ése era malo, las tierras pa mí. Tú sigue trabajando y luego me pagas la hijuela, que la hijuela ya es mía". Y tú te quedas a silbar por las esquinas."
Tanto en el libro como fuera de él, cada vez me doy cuenta de la importancia que tiene el armar nuestro espíritu crítico. Vivimos en unos tiempos en los que muchos se aprovechan de nuestra ignorancia en muchos campos. Y de verdad, no hace falta saber de todo para poderse defender y poner tus propios límites a la influencia de lo que sucede en nuestro alrededor. Simplemente, autoconocerse y escucharse a uno mismo puede marcar una gran diferencia.
La historia en el libro está muy bien trazada. Durante el trayecto que recorremos en el libro conocemos las opiniones y los pensamientos de las diferentes culturas y personas que conforman la España de posguerra: La gente del campo, los intelectuales, políticos como Indalecio Prieto, los exiliados...
Una gran sorpresa para un Franco exiliado en Cuba es que la mayoría de sus seguidores que han podido marcharse al exilio... se encuentran mucho más a gusto en sus destinos. Tanto, que incluso se han olvidado completamente de la lucha. Franco, de hecho, no cuenta con ellos en caso de obtener una segunda oportunidad. No quieren la muerte ni la lucha.
El arrepentimiento también aparece en el libro de la mano de un espía que trabaja para Mussolini. Un personaje muy bien trabajado, por cierto. Al principio, lucha por llevar a cabo el trabajo que se le ha mandado. Pero con el tiempo, va cambiando su opinión y su forma de pensar:
"... Se encontraba tan cansado como solo, y no comprendía por qué razón él... tenía que tomar parte en las locuras ajenas."
Me encanta esta pregunta que se abre en este libro: "... ¿Qué destino, qué órdenes conducían a los seres humanos - hombres como él mismo - a situaciones como aquéllas? ¿Quién tenía suficiente poder para castigar de ese modo a los inocentes, para arrastrar a la desesperación y a la muerte a quiénes sólo amaban la vida? ¿Qué idea sublime, qué proyecto, qué ilusión loca podía empujar a quienes nada creían y nada esperaban a desangrarse vanamente bajo la guía de los que al final, siempre, siempre continuaban vivos, satisfechos y honrados?"
Aquí te dejo una reseña para pensar. O un libro. O lo que decidas tomar de este artículo. Me alegro mucho de volver a escribir por aquí y espero seguir haciéndolo sin ambición, con calma... cuando decida y quiera. Muchas gracias por leerme. Espero darte más excusas para parar en tu día a día y darle al coco. Un abrazo.
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