Por fin tomé la decisión de volver a escribir en el blog... de seguir adelante con ciertas cosas que dejé atrás. Tras superar el bache personal que tuve en los estudios y más que algún roto en el corazón, por fin he encontrado la fuerza para hacer esto... para alzar la persiana del blog y gritar... que estoy aquí... que sigo vivo. Y si, lo sé, en el fondo soy un dramas... pero como dice Sabina, todas las canciones tienen que ir sobre desamor, aunque te vaya de lujo la vida.
Retomé mis estudios en Ciencias de la Comunicación, y ello significa que en este semestre tengo una maravillosa asignatura... se llama Filosofía. La filosofía sirve sencillamente para plantearse preguntas... y buscar la respuesta. Detrás de toda ciencia está la filosofía... la actitud crítica del ser humano hacia lo que ve o siente. La filosofía es la búsqueda de sabiduría, de conocimiento sobre la realidad... de tal forma que podamos encontrar una buena perspectiva que nos permita actuar mejor con el mundo que nos rodea... y de tal modo que podamos encontrar un sentido a la vida.
Además, el otro día... decidí ver un documental que me hizo plantearme varias preguntas a las cuales todavía busco respuesta. Según el profesor, sólo estaba obligado a ver el trailer y a sacar mis propias conclusiones, pero decidí dar un paso más allá. El documental está en inglés, pero podéis seleccionar los subtítulos en español.
La pregunta central de este documental es: ¿Es esto todo? Es una pregunta dolorosa... que lleva un toque de ambición e inconformismo... pero además, es una pregunta de no fácil respuesta. Pero en esta ocasión, la vamos a cerrar y a encajar en el contexto del gran desarrollo económico que ha sufrido China en estos últimos años. Según un grupo de estudiantes... falta algo. La gente ya no es feliz y lo tiene todo al alcance de la mano. Pero, ¿qué es esa pérdida? ¿qué es eso que se echa de menos?
Para ello, este grupo retrocede a los textos de los clásicos, a los textos de Confucio... apoyados en su lema de que antes de nada, se empieza por la base. Estas mismas preguntas me las formulo a nivel personal muchos días. Tras un romance... ¿Quién no se ha quedado mirando al infinito diciendo... Es esto todo? ¿Qué se me ha quedado en ese romance que no vuelve a mi?... Pero también hablo de la inocencia que pierdes cuando te despiden de un trabajo, o cuando comienzas a sentir como la rutina se adueña de tus clases de música.... Son las mismas preguntas.
Este espíritu crítico, tan mal visto en nuestra sociedad actual en la que estamos arrastrados al conformismo para poder aspirar a la felicidad, es precisamente el que nos hace humanos... el que nos hace ir más allá. Tras 4 años en Amberes y 6 años fuera de casa... había perdido esa curiosidad, esas ganas de saber... pero por fin... vuelvo a desaprender para poder ser más libre, abrir mi corazón... y llenar mi mirada vacía desde hace algún tiempo.
En este tiempo actual, hablamos de familias pequeñas que han perdido mucha conexión entre ellas. Hay algo que me da mucho miedo en esta sociedad... y es esa sensación de no necesitar a nadie y de poder hacer todo sólo. Hemos trazado muchas distancias entre nosotr@s desde la llegada de los electrodomésticos, de los coches, de internet, de los móviles, de los auriculares, de Facebook.... Toda esta tecnología nos ha abierto diferentes horizontes... pero para vislumbrar esos nuevos horizontes, hemos dado la espalda a otros paisajes. Antiguamente, existía un sentimiento de comunidad mucho más fuerte... la unión hacía la fuerza... actualmente, si tú no quieres ayudarme a hacer lós ejercicios de economía, pago a un profesor particular... si quiero café, me compro una cafetera... si no sé cocinar, me busco un video en YouTube. Esta autosuficiencia nos genera en ocasiones un cinismo que hace que hagamos la guerra por nuestra cuenta y nos olvidemos de que solos no somos nadie. Y por ese cinismo... esa sensación de que todos somos supermanes... se pierden muchas cosas por el camino... entre otras... unos cuantos te quieros (soy un romántico, lo siento).
Continuando con el documental, también hablamos de dos términos que están muy de moda: Justicia y corrupción. Actuar con justicia se define en los clásicos de China como ocupar tu puesto en en la sociedad y completar ese lugar... sin aprovecharte de tu rol. Inmediatamente, tanto tú como yo estamos pensando en... Políticos. Pero hay tantísima corrupción en tantos otros muchos ámbitos... incluso en el matrimonio, cuando el hombre se corrompe y pega a su compañer@... violando su posición. Sin embargo, en el documental se habla de otro tipo de corrupción. Concretamente, de esa destrucción de casas y pueblos por el bien del progreso. Pero, ¿Es justo tener que huir de tu país por dos bandos que están guerreando? ¿Es justo que el progreso de una sociedad se apoye en el retroceso de otra? ¿Dónde están los límites de la justicia y la corrupción? Sobre justicia y corrupción podríamos conversar horas y horas... o mejor dicho... filosofar. Pero cuantas más reglas éticas tengamos en cuenta, más gente sin ética encontraremos.
Otra parte del documental que me encanta, es aquella en la que se menciona que los clásicos no hablan de la práctica... si no que hablan del cómo. Actualmente, nuestro mundo se ha vuelto tremendamente práctico... La inutilidad no es precisamente bien apreciada... Inutilidad es una palabra muy negativa... ni siquiera tenemos en cuenta la posibilidad de fijarnos en que algo que es inútil... lo podríamos dar una utilidad y transformarlo en útil. Vivimos en la sociedad de usar y tirar... no hay tanto tiempo para pensar. Actualmente, muchas formaciones están centradas en la practica, en todas las competencias que tienes que desarrollar para poder realizar tu función con corrección... sin embargo... se habla poco de sobre cómo puedes desarrollar esas tareas con justicia y con ética. Se habla muy poco de cómo combinar una labor con tu yo más personal... Hablamos de una formación muy centrada en las necesidades que tienen las empresas... no en las necesidades que tiene el propio ser. Hablamos de éxito aunque haya que pisotear al otro.
Este grupo de estudiantes decide dar ese paso atrás que permita dar dos adelante. Retroceden su mirada a los clásicos para cambiar su manera de ver el mundo y encontrar nuevas ideas en las que poder pensar. Replantearse la situación. ¿Para qué nos sirve el llenarnos tanto de orgullo? Muchas veces, la mejor decisión es ahogar el ego para poder continuar el camino y no suicidarnos o dejar de intentarlo. Perdemos tanto por mantener nuestro ego alto... ¿Está la respuesta de todo sólo y exclusivamente en nosotros mismos?
Hay todavía muchas anotaciones que se quedan en el tintero... Como por ejemplo, la prepotencia con la que miramos las opiniones de generaciones anteriores como la de nuestros padres o abuelos. Para poder apreciar sus opiniones, tenemos que abrir la mente e ir más allá. Pensar en que el contexto es diferente... respetar sus opiniones aunque difieran respecto a las nuestras... y por supuesto... evitar juzgar. Aunque somos humanos y cometeremos ese error constantemente. Es muy fácil juzgar una experiencia pasada bajo la perspectiva presente... pero evidentemente... te tuviste que equivocar y aprender para cambiar la manera de ver las cosas.
Finalmente... quiero rematar esta entrada tan sumamente filosófica... con uno de los comentarios que más me han llamado la atención del documental, aquel en el que una estudiante dice: "En mi habitación, con mis libros, todo parece tan claro. Pero cuando salgo al mundo de fuera, ese mundo cambia tan rápido que ya no lo puedo comprender". ¿Nos cegamos demasiado con dudas como para poder encontrar la respuesta?
Este espíritu crítico, tan mal visto en nuestra sociedad actual en la que estamos arrastrados al conformismo para poder aspirar a la felicidad, es precisamente el que nos hace humanos... el que nos hace ir más allá. Tras 4 años en Amberes y 6 años fuera de casa... había perdido esa curiosidad, esas ganas de saber... pero por fin... vuelvo a desaprender para poder ser más libre, abrir mi corazón... y llenar mi mirada vacía desde hace algún tiempo.
En este tiempo actual, hablamos de familias pequeñas que han perdido mucha conexión entre ellas. Hay algo que me da mucho miedo en esta sociedad... y es esa sensación de no necesitar a nadie y de poder hacer todo sólo. Hemos trazado muchas distancias entre nosotr@s desde la llegada de los electrodomésticos, de los coches, de internet, de los móviles, de los auriculares, de Facebook.... Toda esta tecnología nos ha abierto diferentes horizontes... pero para vislumbrar esos nuevos horizontes, hemos dado la espalda a otros paisajes. Antiguamente, existía un sentimiento de comunidad mucho más fuerte... la unión hacía la fuerza... actualmente, si tú no quieres ayudarme a hacer lós ejercicios de economía, pago a un profesor particular... si quiero café, me compro una cafetera... si no sé cocinar, me busco un video en YouTube. Esta autosuficiencia nos genera en ocasiones un cinismo que hace que hagamos la guerra por nuestra cuenta y nos olvidemos de que solos no somos nadie. Y por ese cinismo... esa sensación de que todos somos supermanes... se pierden muchas cosas por el camino... entre otras... unos cuantos te quieros (soy un romántico, lo siento).
Continuando con el documental, también hablamos de dos términos que están muy de moda: Justicia y corrupción. Actuar con justicia se define en los clásicos de China como ocupar tu puesto en en la sociedad y completar ese lugar... sin aprovecharte de tu rol. Inmediatamente, tanto tú como yo estamos pensando en... Políticos. Pero hay tantísima corrupción en tantos otros muchos ámbitos... incluso en el matrimonio, cuando el hombre se corrompe y pega a su compañer@... violando su posición. Sin embargo, en el documental se habla de otro tipo de corrupción. Concretamente, de esa destrucción de casas y pueblos por el bien del progreso. Pero, ¿Es justo tener que huir de tu país por dos bandos que están guerreando? ¿Es justo que el progreso de una sociedad se apoye en el retroceso de otra? ¿Dónde están los límites de la justicia y la corrupción? Sobre justicia y corrupción podríamos conversar horas y horas... o mejor dicho... filosofar. Pero cuantas más reglas éticas tengamos en cuenta, más gente sin ética encontraremos.
Otra parte del documental que me encanta, es aquella en la que se menciona que los clásicos no hablan de la práctica... si no que hablan del cómo. Actualmente, nuestro mundo se ha vuelto tremendamente práctico... La inutilidad no es precisamente bien apreciada... Inutilidad es una palabra muy negativa... ni siquiera tenemos en cuenta la posibilidad de fijarnos en que algo que es inútil... lo podríamos dar una utilidad y transformarlo en útil. Vivimos en la sociedad de usar y tirar... no hay tanto tiempo para pensar. Actualmente, muchas formaciones están centradas en la practica, en todas las competencias que tienes que desarrollar para poder realizar tu función con corrección... sin embargo... se habla poco de sobre cómo puedes desarrollar esas tareas con justicia y con ética. Se habla muy poco de cómo combinar una labor con tu yo más personal... Hablamos de una formación muy centrada en las necesidades que tienen las empresas... no en las necesidades que tiene el propio ser. Hablamos de éxito aunque haya que pisotear al otro.
Este grupo de estudiantes decide dar ese paso atrás que permita dar dos adelante. Retroceden su mirada a los clásicos para cambiar su manera de ver el mundo y encontrar nuevas ideas en las que poder pensar. Replantearse la situación. ¿Para qué nos sirve el llenarnos tanto de orgullo? Muchas veces, la mejor decisión es ahogar el ego para poder continuar el camino y no suicidarnos o dejar de intentarlo. Perdemos tanto por mantener nuestro ego alto... ¿Está la respuesta de todo sólo y exclusivamente en nosotros mismos?
Hay todavía muchas anotaciones que se quedan en el tintero... Como por ejemplo, la prepotencia con la que miramos las opiniones de generaciones anteriores como la de nuestros padres o abuelos. Para poder apreciar sus opiniones, tenemos que abrir la mente e ir más allá. Pensar en que el contexto es diferente... respetar sus opiniones aunque difieran respecto a las nuestras... y por supuesto... evitar juzgar. Aunque somos humanos y cometeremos ese error constantemente. Es muy fácil juzgar una experiencia pasada bajo la perspectiva presente... pero evidentemente... te tuviste que equivocar y aprender para cambiar la manera de ver las cosas.
Finalmente... quiero rematar esta entrada tan sumamente filosófica... con uno de los comentarios que más me han llamado la atención del documental, aquel en el que una estudiante dice: "En mi habitación, con mis libros, todo parece tan claro. Pero cuando salgo al mundo de fuera, ese mundo cambia tan rápido que ya no lo puedo comprender". ¿Nos cegamos demasiado con dudas como para poder encontrar la respuesta?
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